Crónicas de Honduras. Sandra III
Que es un derecho de nacimiento
Es el motor de nuestro movimiento
Porque reclamo libertad de pensamiento
Si no la pido es porque estoy muriendo
Es un derecho de nacimiento
Mirar los frutos que dejan los sueños
En una sola voz y un sentimiento
Y que este grito limpie nuestro viento
Derecho de nacimiento, Natalia Lafourcade
Una persona a la que valoro y admiro mucho siempre me dice que dentro de este mundo, hay muchos mundos. Y es una frase que me viene a la mente cada día desde que he llegado aquí. Siempre me ha interesado informarme por la situación sociopolítica a nivel global, así como por las luchas sociales que se gestan en los diferentes territorios. Sin embargo, en este mundo globalizado, con gran cantidad de manipulación informacional por parte de las élites y que funciona en beneficio de estas, conocer las diferentes realidades es muy complejo y conseguir que la información llegue con la misma claridez y sin pasar por los filtros neoliberales aún más.
El fin de semana pasado quisimos ir a pasarlo a Nicaragua, para conocer sus maravillosos paisajes que atraviesan la llanura del pacifico con sus elevados volcanes. Sin embargo, nuestros intentos de acceder fueron truncados ya que se nos negó el acceso al país. El trato policial, deshumanizante y sin ningún tipo de tacto ni explicación a nuestra reportación fue de las situaciones más impactantes que he vivido nunca. Siempre tuve una concepción de la revolución sandinista como un movimiento de izquierdas y libertario. Sin embargo, desde que he llegado a Centroamérica, ver de cerca la realidad que vivencian los países, como es el caso de Nicaragua, conocer testimonios de organizaciones a las que han expulsado y de reportaciones forzosas, me ha hecho reflexionar. Los objetivos de la revolución sandinista, quedan muy lejos de la represión y autocracia a la que se está sometiendo el país durante el régimen de Ortega, con una grave represión de libertades y derechos.
Y si, lo mismo me ha pasado con Honduras. Mi conocimiento previo se derivaba de la existencia de un gobierno de izquierdas protagonizado por una mujer, Xiomara Castro. Pero en mi llegada al país, he podido charlar y escuchar diferentes opiniones sobre si realmente este gobierno ha posibilitado un avance en derechos y libertades o se ha quedado corto. Duda no cabe, de que se han conseguido mejoras como la Píldora Anticonceptiva del Día después (PAE). Tal y como nos comentaban compañeras activistas feministas, en el “Encuentro intergeneracional por una vida libre de violencias” al que tuvimos el placer de asistir Martina y yo, estas medidas son insuficientes y las expectativas durante este gobierno eran mucho mayores. Sin embargo, los logros conseguidos deben su responsabilidad a todos los movimientos Hondureños que día a día luchan por la consecución de derechos. Con proposiciones legislativas, como las llevada a cabo por la Articulación de mujeres por el buen vivir, engendradas en torno a vía campesina. Las luchas y las conquistan se gestan en la cotidianidad, día a día en las salidas con CODDEFFAGOLF y en las conversaciones informales que voy teniendo durante mi estancia las observo. He podido sentir esas pequeñas semillas de vencer, mujeres de comunidades que emprenden en diferentes campos, mujeres que se autoorganizan y generan pequeños espacios de conversación y ocio como la Red de mujeres jóvenes de Choluteca o la agrupación teatral “Las Wendys” e incluso hombres, como Javier que día a día deconstruyen su masculinidad y siguen teniendo esa capacidad de curiosidad que les impulsa a aprender y sorprenderse día a día. Hoy mis compas de @comadre.ando escribían ¿Qué pasaría si le diéramos al amor cotidiano, la misma o más posibilidad que al odio o a la guerra?. Sí, hermanas, ante contextos globales adversos en el norte y sur global, me quedo con estas pequeñas resistencias, conquistas y vivencias cotidianas, que nos sostienen y nos permiten vivir día a día. Estos pequeños actos desde el amor al territorio y lxs
otrxs, ya sean desde un lugar politizado como la Plataforma 25 de noviembre de Honduras, o desde las alianzas personales, como las que tejen día a día las mujeres marisqueras de Amapala o de la comunidad de Moropocay (que dan los mejores abrazos de todo Honduras).
Estos días estaba reflexionando sobre mi TFM, me gustaría entrevistar a mujeres defensoras del cuerpo-territorio. Pero ¿quién te pone el título de defensora o activista? ¿Acaso no lo somos cada una, al tener que luchar diariamente dentro de este sistema heteropatriarcal? ¿No lo somos cada una, con sus mayores o menores privilegios y atravesadas por diversidades de clase y raza?
Me quedo con las palabras de mi querida Guadi Galego, todas somos “brillantes activistas, da vida cotiá”, gracias a cada una de las maravillosas mujeres que estoy conociendo, a cada una de las personas que me abre al mundo de sus relatos e historias, y que me permite viajar dentro de ellas. Os admiro.
Nos vemos pronto, os abraza Sandra
FOTO DE PORTADA: Sandra, Martina e Chevi, xs tres juntitxs. No compitas, haz compitas✊🔥
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