Crónicas de Honduras, 8. Despedidas
Nicole nos deixa a súa última crónica, que tamén será a última das participantes no Programa de Coñecemento da Realidade 2022. Este programa puido realizarse grazas ao apoio financeiro da Cooperación Galega da Xunta de Galicia e da Convocatoria de subvencións destinadas á realización de programas de interese xeral para fins de carácter social, con cargo á asignación tributaria do 0,7% do IRPF da Consellería de Política Social e Xuventude.
¡Hola de nuevo!
Como ya sabrán algunxs de ustedes, tuve la oportunidad de participar en la edición 2022 del Programa de Conocimiento de la Realidad que ofrece ESF anualmente. En esta ocasión quiero simplemente explicar el por qué creo que si pueden, deberían presentarse y, de ser escogidxs, deberían aventurarse.
A pesar de que mi llegada al programa tuvo un desarrollo peculiar y algo curioso, desde que me enteré de que existía una oportunidad tan increíble como para permitirte ir a conocer una cultura ajena a la tuya y aparte aprender cosas que no te enseñan dentro de un aula, la emoción que sentí no disminuyó hasta que supe que efectivamente me iría…
Aterricé en esta experiencia como suelen pasar los acontecimientos que te cambian la vida: de repente y sin esperarlos. Esta nota es una despedida a esta etapa que viví y una invitación a este maravilloso programa. Nadie que no lo viva podrá entenderlo. Les invito a presentarse y les recomiendo vivirla si se les da la oportunidad.
El proceso de adaptarse a un lugar nuevo es siempre diferente y allí no fue distinto. Vivir en Galicia te acostumbra a que si sale el sol es día de paseo y si no, también. San Lorenzo es un contraste de sol todos los días y significó una bocanada de aire (caliente) que no sabía que necesitaba. Es un lugar pequeño -dependiendo a quién le preguntes- pero que tiene un alma grande.
No voy a contar mucho más de lo que debería porque cada experiencia es única y quien vaya este año nos contará su proceso, sólo me gustaría ser honesta y decirle a quien lea que Honduras les espera con los abrazos abiertos, estoy segura. La mejor parte de este país centroamericano tan pequeño y escondido detrás de prejuicios es su gente. Sin lugar a dudas con lo que más me quedo de todo lo vivido es la calidad humana que encontré allí.
Mucha suerte a las nuevas personas que se embarquen en la aventura. Esto es un antes y un después.
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