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Crónicas dende Honduras, 3

Hoy es Nicole, la tercera de las participantes en el Programa de Conocimiento de la Realidad 2022 de ESF, quien nos hace llegar su crónica, sobre un evento muy chulo que tivo lugar hace unos días.


El lunes 24 de octubre tuvo lugar un encuentro muy especial para el Golfo de Fonseca en Honduras. Varias personas pertenecientes a la Vía Campesina llegaron desde diferentes lugares del mundo para conocer el trabajo y algunas de las actividades que lleva a cabo CODDEFFAGOLF, socia en Honduras de Enxeñería Sen Fronteiras.

“El hambre no tiene fronteras”, expresó Roger Reyes, director ejecutivo del Comité para la Defensa y Desarrollo de la Flora y Fauna del Golfo de Fonseca, CODDEFFAGOLF. El primer encuentro del día como bienvenida tuvo lugar en las oficinas de la asociación hondureña en San Lorenzo, Valle. Allí, varios miembros de la asociación contaron a lxs visitantes Conchi Mogo del Sindicato Labrego Galego en Galicia, Hatem Aouni de Un Million de Femmes Rurales en Túnez, Catherine McAndrew de Land Workers Alliance en Reino Unido y Federico Pacheco del Sindicato Obreros del Campo en Andalucía, cómo es el funcionamiento de parte de su trabajo como asociación y la importancia de las comunidades con las que colaboran, así como el papel fundamental de la población local en temas de participación como por ejemplo en escuelas de formación que se hacen. Por último pero no menos importante, se mencionaron los distintos retos que se presentan a nivel nacional en Honduras respecto a temas como agricultura y pesca.

El proyecto escogido para conocer en esta visita exprés está ubicado en Moropocay, una población hondureña ubicada a poco menos de una hora de San Lorenzo. En el lugar, tienen como sede y punto de encuentro las y los agricultores de APROEM- Asociación de productores experimentadores de Moropocay.

Foto del encuentro entre Aproem y lxs visitantes

Allí, Herwin Mendoza, Alexi Mendoza, Elmer Ortiz y Asalia Gutiérrez, miembros de APROEM, compartieron con el grupo de visitantes un poco acerca de su trabajo en el tema de conservación y mejoramiento participativo de semillas criollas, sus experiencias personales como agricultoras y agricultores, y el cómo trabajan sus parcelas de manera diversificada con enfoques agroecológicos. sembrando desde granos “básicos” como frijoles, maíz, y maicillo, hasta hortalizas y frutas. El proyecto en el que participan actualmente, está basado en ensayos de forma individual y colectiva a semillas, en los cuales hacen pruebas y documentan las características de rendimiento, resistencia a la sequía, tiempo de floración, etc.

Foto de algunas de las semillas que producen lxs socixs de Aproem

APROEM cuenta con una parcela participativa en la finca de uno de los agricultores miembro de la asociación en la cual, posterior a los estudios y ensayos que realizan colectivamente, trabajan todas y todos en la siembra de las semillas que deciden poner a prueba. En esta ocasión, como nos comentaron durante su explicación, decidieron experimentar con maíz y como resultado obtuvieron un nuevo tipo mejorado al que hasta el momento llaman de forma cariñosa “aproem”.

Foto del maíz en experimentación

El idioma no resultó ser ningún problema a la hora de compartir conocimientos y experiencias locales e internacionales durante esta experiencia. Castellano, gallego, francés e inglés se fusionaron para que la visita significara para todxs el reconocimiento de la importancia del trabajo que realizan las personas desde las actividades locales en busca de la mejora y protección de saberes ancestrales, dejando una sensación generalizada de que aunque es mucho el trabajo que aún falta por hacer, existen personas que en su día a día trabajan para cambiar no sólo sus realidades individuales sino con la esperanza de un mejor futuro colectivo.