Programa de Coñecemento doutras Realidades. Crónica 1 de Lorenzo. Primeras semanas en San Lorenzo: belleza, contrastes y aprendizajes

Llevo ya unas semanas en San Lorenzo y todavía sigo procesando todo lo que estoy viviendo. Si tuviera que resumirlo en una palabra, sería contraste. Cada día descubro paisajes impresionantes y, al mismo tiempo, realidades que me invitan a reflexionar.

Lo primero que me ha cautivado es la naturaleza. La carretera que conecta el norte con el sur de Honduras, terminada en 2019, es un espectáculo en sí misma: montañas verdes, selvas casi intactas… por momentos parece que estás entrando en Jurassic Park. También tuve la oportunidad de visitar la isla de Amapala, con sus playas de arena negra volcánica y su ambiente tranquilo. Allí probé pescados fritos recién sacados del mar: ¡una auténtica delicia!

Sin embargo, junto a toda esta belleza, hay algo que me impacta mucho: el plástico. Está en todas partes. Lo ves en las calles, en los patios, en los caminos. Aquí no existe una cultura fuerte de reciclaje ni una conciencia clara sobre el daño que provoca. Raquel nos explicó que, como no huele mal ni atrae insectos, la gente lo deja en el suelo sin que parezca un problema. Así, se acumula durante la semana, hasta que el domingo muchas familias hacen una hoguera para quemarlo todo. Ver un vertedero a cielo abierto, a pocos kilómetros de San Lorenzo, fue una imagen que me dejó pensando. Es difícil no notar ese contraste entre paisajes tan vírgenes y la contaminación que los rodea.

Otro gran cambio para mí ha sido la comida hondureña. ¡Qué descubrimiento! Aquí las tortillas (de maíz o trigo) y los frijoles son la base de casi todas las comidas, acompañados de aguacate, carne, plátano frito… Todo está buenísimo, aunque a veces se hace un poco pesado por la fritura y la sal. Mi plato favorito hasta ahora son las baleadas. Cada mañana y cada tarde, un grupo de señoras las cocina y sale a venderlas en la calle. Siempre hay cola, y cuando las pruebas entiendes por qué: masa de harina, frijoles, queso, huevo, aguacate… ¡una maravilla! También me encantaron los chicharrones, carne de cerdo muy frita (casi como torreznos), con limón, aguacate y queso fresco en una tortilla de maíz. Solo de pensarlo se me hace la boca agua.

Además, ya hemos tenido la oportunidad de hacer algunos viajes que nos han abierto los ojos todavía más sobre las diferencias entre el norte y el sur del país. El sur, donde estamos, es más cálido y con menos recursos en comparación. En Ojojona vimos artesanía tradicional y arquitectura colonial que por momentos recordaba al sur de España. En Comayagua disfrutamos no solo de su arquitectura colonial, sino también de una experiencia increíble en la chocolatería Atucún, donde hicimos un recorrido completo del proceso de fabricación del chocolate (¡y probamos en cada paso!). Pasar el fin de semana con Aminta, una compañera de CODDEFFAGOLF, fue una suerte: sus conversaciones nos dieron una perspectiva mucho más local y cercana. Muy cerca de Comayagua también visitamos el sitio arqueológico El Chircal, considerado el primer asentamiento prehistórico de vida en Honduras. Me sorprendió la poca información que hay en el lugar, lo que me hizo reflexionar sobre el gran potencial turístico que tiene este país, más allá del Caribe, y que muchas veces parece desaprovechado.

En general, está siendo una experiencia muy positiva, solo interrumpida por una gastroenteritis y un resfriado que me tuvieron unos días en casa (gajes del oficio). Ahora estoy con ganas de seguir descubriendo todo lo que falta: los viajes, la gente y las experiencias que vendrán.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.