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Enxeñería Sen Fronteiras en la conferencia internacional sobre gestión comunitaria del agua, red ACOWAS

La pasada semana estuvimos dos días en Pontevedra invitadas por COXAPO, para participar en una conferencia internacional sobre gestión comunitaria del agua de la red ACOWAS, así como en una intensa sesión de trabajo.

Con COXAPO empezamos a colaborar ya en 2019, cuando vinieron desde Honduras, dentro de un incipiente Programa Mulleres Bravas, 2 mujeres de la base social de AHJASA, organización socia nuestra en Honduras, que desarrollan una actividad muy similar a COXAPO. Además, con el programa de promoción de la tecnología para el bien común en ámbitos profesionales y la economía social (como la gestión comunitaria), queremos estrechar el trabajo en estos temas también en Galicia.

Uno de los objetivos del encuentro fue visibilizar la gestión comunitaria de aguas, poco conocida y muy propia de Galicia dentro del contexto español. Se habló con distintos agentes sobre retos y oportunidades de este tipo de gestión vecinal, participando asociaciones vecinales de aguas, distintas administraciones públicas con competencias en temas de agua y también la academia.

Otro objetivo era avanzar en la consolidación de una red europea de asociaciones de segundo nivel agrupando a su vez asociaciones vecinales. ACOWAS aprovechó entonces este encuentro para formalizar estructura, contando con socias en Galicia, Irlanda, Dinamarca, Finlandia y Austria. Quieren defender esa forma de gestión vecinal, con participación comunitaria y co-responsabilidad de vecinas y vecinos en el cuidado del recurso hídrico y, cada vez más, de los entornos clave a nivel ambiental (como zonas de recarga).

En algunos de estos países, como Irlanda, tienen que usar con cuidado la terminología como Derecho al Agua (RightToWater), porque se ha tergiversado en ocasiones haciendo que muchas personas hablen de «Derecho al agua gratis», con lo que esto puede representar para los sistemas vecinales autogestionados.

En Austria solo cloran en casos muy extremos, prefieren mantener agua limpia autóctona. Usan rayos ultravioleta. En Dinamarca sobre todo oxigenan y controlan metales en aguas, pero no cloran y raramente usan UV, salvo en casos extremos.

En general, en el resto de Europa el uso de cloro tiene bastante rechazo a nivel cultural, prefieren UV u otras tecnologías que no dan mal sabor al agua. También apuestan cada vez más por contar con acuíferos o fuentes da agua limpias, para ahorrar mucho en costes de potabilización (en Dinamarca particularmente, insisten en que prefieren «prevención antes que purificación»). Ahora está incrementandose el problema de pesticidas en el agua, con más de la mitad de fuentes con pesticidas, teniendo el 10% por encima del límite y hace 10 años solo eran el 2% por encima del límite.

Incluso hay casos de gestión comunitaria de sistemas de saneamiento (EDAR comunitarias en Austria).

Las administraciones públicas en general insisten en la necesidad de legalizar las traídas, para mejorar el control sanitario y el gasto del agua. Pero, la gran pregunta (que también nos planteamos en los proyectos de agua en Centroamérica ya cuando empezamos en El Salvador en 2005) es, ¿por qué las personas de las comunidades querrían gastar esfuerzo y dinero en legalizar traídas que hasta ahora manejaron ellas? ¿Qué ventajas se les pueden asegurar? ¿Qué apoyos desde las administraciones públicas se les puede garantizar, que tradicionalmente las ignoraron o más bien hay la sensación de que vienen a recaudar pero sin ningún servicio de interés a cambio?¿Por qué gastar en control y monitoreo si «de esa agua se bebió siempre»?¿Por qué ahora poner un contador si siempre pudieron gastar lo que quisieron?

Las asociaciones de segundo nivel como COXAPO (y, en Honduras, AHJASA), llevan años haciendo un importante papel de sensibilización entre pares, ya que no es la administración quien viene a imponer, sino que son asesoras de unha organización que las vecinas sienten como suya, y sienten que los diagnósticos de las problemáticas y la propuesta de soluciones son más compartidas. No hay que olvidar que estas organizaciones vecinales son pura autogestión comunitaria, un valor muy olvidado, ninguneado y, en el peor de los casos, vilipendiado, en nuestras sociedades occidentales.

También fue un tema recurrente las distintas competencias entre los niveles de la administración, y como esa diversidad y la ambigüedad que se da en ocasiones, dificulta el apoyo a la gestión comunitaria. En Dinamarca por ejemplo la coordinación es mucho más sencilla, al tener más definidas las competencias y haber más trayectoria de comunicación y participación pública entre AAPP y sociedad civil organizada.

En la mesa de trabajo de universidades, se insistió mucho en la gran cantidad de datos existentes y los sistemas cada vez más sencillos y baratos de conseguirlos, pero como en demasiadas ocasiones esos datos después no se procesan para ser usados en la mejora y en la toma de decisiones de gestión.

También se insistió en la importancia de corresponsabilizar a las personas en la gestión a través de iniciativas de ciencia ciudadana, pero haciendo que las participantes sientan que su esfuerzo sirve para algo y se tiene en cuenta para la toma de decisiones técnicas. Además, puede ser clave este enfoque para llamar la atención a las comunidades sobre problemáticas que hasta entonces ignoraban o no les hacían caso (como puede ser tema de metales pesados). Se ve importante también el hacer repositorios con material como tecnologías apropiadas, buenas prácticas de gestión y sensibilización, así como indicaciones sobre como investigar en estas áreas de gestión comunitaria del agua (que tiene una parte social y de gobernanza y resistencia social especialmente compleja que hay que acoger e integrar, teniendo en cuenta además la diversidad de género, edad, idioma…).

Desde Ingeniería Sin Fronteras además llamamos la atención sobre el interés a nivel académico de vincular los estudios en este tipo de gestión comunitaria con otros tipos, como en tema de montes (en Galicia tenemos los montes vecinales en mano común), regadíos o, más recientemente, comunidades energéticas. También entre organizaciones de gestión comunitaria de recursos sería interesante establecer sinergias y colaboraciones.



Encuentro sobre hermanamientos de operadores de agua (WOPs)

Tuvo lugar en Sevilla, y pudimos participar vía online estando en contacto con compas de ESF Catalunya que sí pudieron desplazarse.

Al principio, Jaime Morell, secretario general de la Asociación Española de Operadores Públicos de Abastecimiento y Saneamiento (AEOPAS), llamó la atención sobre que el agua es un bien público en España. Los operadores públicos serían los municipios, aunque luego puedan trabajar a través de empresas públicas o privada.

Jesús Maza, presidente de DAQUAS, Asociación Española del Agua Urbana (asociación donde hay operadores públicos, mixtos y privados), afirmó que España es líder mundial en la gestión de agua, con lo que hay capacidades que es interesante que se puedan poner al servicio de la cooperación.

Emma Orejudo, subdirectora de Transición Ecológica, Agua y Lucha contra el Hambre y Oficina del Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento, AECID, dijo que el Fondo del Agua no pretende llevar infraestructuras, sino servicios, y además con ese enfoque de Derecho al Agua. Desde Ingeniería Sin Fronteras consideramos que ese enfoque de fortalecimiento y no tanto de infraestructuras más o menos grandes ha sido en realidad incluido solamente en los últimos tiempos en el Fondo del Agua, y de forma aun muy imperfecta. Emma también apeló a la solidaridad global y al apoyo y aprendizaje mútuo.

Julie Perkins del Programa de ONU-Hábitat para el establecimiento de Hermanamientos entre Operadores de Agua: Global Water Operator Partnership Alliance (GWOPA), puso a disposición el gran trabajo de sistematización del conocimiento en tema hermanamientos de operadores de agua.

Entre los ejemplos de experiencias, nos llamó la atención el de Aguas de Sevilla (EMASESA) con Aguas de la Sierra de Montecillos, de Honduras, en la zona de Comayagua. Las premisas son sostenibilidad y no centrarse en grandes tecnologías que no puedan mantener. Ya van 35 cooperantes en EMASESA, que han cooperado de forma directa o indirecta. Están haciendo fortalecmiento de juntas de agua, de consejos de microcuenca y también educación.



En algunos casos las experiencias eran de grandes conglomerados, muy complejos administrativamente, pero flexibles a nivel operación.

Se destacó que hay que hacer rendición de cuentas de que la actividad en cooperación de la empresa, no menoscaba la actividad de la empresa, sino que la enriquece. Hay que compatibilizar bien esto, porque si no habrá mucho rechazo de que las personas vayan a hacer estancias de cooperación. Además, la rotación en las empresas públicas es grande. Eso es un riesgo. Para que no se emplee la cooperación como arma política arrojadiza, también es importante la rendición de cuentas.

Hay operadoras que no pueden poner fondos, solo la parte técnica (que también son horas, aunque no se está computando).

AMVISA (Aguas de Vitoria) es una de las pioneras, hace más de 30 años. Además, tienen un % fijo reservado a cooperación.

También estuvo presente en una de las mesas a través del director de Augas de Galicia el programa AquaMoz, en el que también particiamos junto con las Administraciones de Agua de Mozambique. Se valoró muy positivamente el hecho de ser una apuesta a largo plazo muy interesante, basada en el acompañamiento y la confianza. Dese ESF esperamos que anime a otras organizaciones de cuenca hidrográfica a este tipo de hermanamientos de larga duración. Esperamos que siga muchos años, porque los contextos cambian, y es muy enriquecedor ver como se va evolucionando en esa relación de confianza, incluso con los cambios de personas. Aquí se puede ver un pequeño vídeo infográfico sobre esa experiencia en Mozambique.

Hubo entre las asistentes la consideración del desafío que supone llevar el trabajo en derecho al agua a las zonas rurales, donde los operadores no son tan potentes a veces como para hacer ni siquiera este tipo de hermanamientos técnicos. Nos parece que sería interesante incluir entonces en el trabajo a operadores vecinales y hermanamientos en esa línea (en Galicia las traídas de agua son muy habituales, y se agrupan en asociaciones como COXAPO). También incidir en agrupaciones municipales tipo mancomunidad, o incluso empresas de las diputaciones (como la empresa mixta que opera en parte de la provincia de Ourense).

Se puso de manifiesto el desafío de la financiación, y también queremos llamar la atención sobre un tema que salió tímidamente ya en la parte final de la jornada, que es la participación de operadores privados en estos hermanamientos. La estrategia de cooperación debería ser siempre llevada por entidades con claro enfoque a la cooperación, enmarcados en políticas conscientes y planificadas. Agencias, ONG y administraciones públicas (o empresas públicas) con personal capacitado. Tampoco son ya a estas alturas buenas prácticas lo de llegar una persona de X empresa pública a un país, sin ningún tipo de conocimiento sobre cooperación, y plantear colaboraciones sobre la marcha (así empezaron algunas hace tiempo…).