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Crónica do ciberfaladoiro sobre “O papel da enerxía nuclear a día de hoxe”

Esta vez tocamos un tema que siempre ha generado debate, tanto a nivel social como en ESF Galicia. Quisimos establecer un hilo conductor hablando de distintos problemas que enfrenta la transición energética, y viendo si en ellos la nuclear era parte del problema o de la solución.

Comenzamos comentando que ha existido mucha desinformación sobre las energías, como funcionan, ni cuánto es el % de uso de cada una, ni una mínima formación energética de la ciudadanía.

Los problemas desde cuyo prisma tocamos la energía nuclear fueron:

  • Emisiones de CO2
  • Residuos
  • Oligopolio y soberanía energética
  • Precio
  • Agotamiento de materias primas
  • Modelo de sociedad poco sostenible

Emisiones de CO2

Desde el sector nuclear dicen que no emiten, pero para que exista una central nuclear tiene que transportarse el combustible, construír, demoler, etc. En el ciclo de vida hay emisiones. Pero son mucho menores, por supuesto, que la producción a partir de combustibles fósiles, y similares a las que emiten las renovables.

Ahora mismo hay 7 centrales en funcionamiento. Si mañana mismo se cierran, estaríamos reduciendo su ciclo de vida en funcionamiento (que es justo cuando no emiten tanto CO2). El límite de 40 años del que tanto se habla es más bien el tiempo mínimo en que se amortiza, pero no tiene que ver con que estén deterioradas. Por eso, tal vez no tiene mucho sentido cerrar antes de tiempo las que ya están en marcha, siempre que se siga avanzando con decisión en la transición energética justa a renovables.

Esa transición justa a renovable precisa de tiempo, a no ser que no nos importe cierto colapso del sistema. La nuclear en 2020 fue la que más electricidad produjo en España (22%), con la particularidad de que tiene muy poca potencia instalada. Con renovables hace falta muchísima más potencia instalada para producir la misma energía (con el rechazo del Eólicos sí, pero no así, que se está dando, y que tiene que ver con la poca participación social en el diseño y planificación del sistema energético ni territorial). Por eso sería complicado (o imposible) hacer un cambio repentino si un colapso de consecuencias imprevisibles (que, de todas formas, si no se hace algo, llegará de forma desordenada, ver el último problema tocado hoy). En realidad, la previsión es que se gaste más y más electricidad, ya que se quiere trasladar el gasto de la mobilidad con fósiles a electricidad, por ejemplo. Así que es muy problemática la transición.

Al final, sin embargo, el fiar todo a ciertas tecnologías más o menos disruptivas no deja de ser una estrategia de evitación (un “patapúm palante”). Son, como dijo uno de los participantes en el ciberfaladoiro, volantazos tecnológicos. También se puede usar parte del remanente de las renovables (de ese sobrante que no se puede almacener) en fijar CO2, para hacer hidrógeno verde, con eso y CO2 metano y luego, tal vez, plásticos de vida larga. Pero en vez de intentar movernos en el respeto a los ciclos naturales, seguiríamos con los parches tecnológicos para fijar un carbono que nuestros propios procesos han liberado, en vez de acompañar más a los procesos naturales que llevan miles de años funcionando.

Residuos

En residuos nucleares es tema es de difícil solución. Básicamente es tratar de reducir su intensidad y reaprovecharlos en lo posible (en esto se están dando avances), y después “encerrarlos” en las condiciones más seguras posibles (en zonas de poco riesgo sísmico y estables). Se llegó a la conclusión de que lo ideal sería limpiar nuestra mierda (gestionar nuestros resíduos). Por lo menos tenerlos controlados (no como lo que se hacía de tirarlos a la fosa atlántica). Incluso se está bajarando mandarlos fuera de la Tierra (al sol), pero sería también un volantazo tecnológico, quitarnos nuestros desechos de encima (un poco como lo de “tira de la cadena”, que parece que nos quita responsabilidad de nuestros desechos). La “externalización” de la gestión de los deshechos propios (que en el caso de la nuclear cuesta mucho a la hora de crear cementarios nucleares por el rechazo social y la poca participación social en las decisiones sobre infraestructuras energéticas, como pasa con parques eólicos, solares…) cuesta mucho dinero (mandarlos a Francia en realidad no acaba con el problema, no están tan lejos…), y tiene que ver también con el siguiente problema de soberanía energética (que engloba todo el ciclo de vida, no solo la producción).

Oligopolio y soberanía energética

Las barreras a la transición no son sólo el oligopolio, que lo que quiere es simplemente dinero (y va a estar donde esté ese dinero). De momento las renovables tienen el problema del almacenamiento para amortiguar. Si se cierran de golpe, puede haber desestabilidad en la red, cortes, y la gente no estaría “muy contenta”. Pero qué duda cabe que el modelo energético (centralizado) y las tecnologías empleadas intensivas en tecnología y, como la nuclear, con una gestión complicada, no facilitan el control social. Es actualmente imposible hacer comunidades energéticas de energía nuclear. Tal vez se podría en un futuro, pero no serían comunidades tal como las conocemos.

Sí hay que decir que existen iniciativas e innovación, las centrales más grandes se están viendo cada vez más relegadas, apostando por centrales más pequeñas, pero sigue siendo una tecnología poco accesible para el común de la sociedad

https://www.iaea.org/es/temas/reactores-modulares-pequenos

También se está probando Torio en China y otros lugares (que podrían reducir el problema de los residuos).

Precio

Hablamos de como se fija el precio de la electricidad en las subastas (eso de que la más cara entra la última para cubrir la demanda, y es finalmente la que marca el precio de todas, que casualmente suelen ser las mismas empresas las que las proveen, lo que tiene que ver con el problema anterior). El gas (ciclo combinado) está marcando ese precio más caro. Y está caro porque China está comprando mucho (19 gaseros que tiene de déficit España, que son buques que lo traen licuado). También existen problemas con los gaseoductos desde Rusia y Argelia.

Se compartió una web interesante para ver los flujos de energía y lo que contamina cada país por producir energía.

https://app.electricitymap.org/map

Agotamiento de materias primas

Se habló brevemente de la limitación en los tipos de energía que precisan para su producción de materiales agotables, por más que se pueda avanzar en reutilización de residuos y una eficiencia cada vez mayor. El pico del uranio es una amenaza, como también lo es el hecho de que no todos los países lo tengan (igual que ocurre en metales y terras raras para implementar las renovables, que es parte del problema de la soberanía energética). Por qué no entonces apostar mucho más por I+D+I más basada en sistemas más naturales de producción de energía, más descentralizada y accesible para todo el mundo.

Modelo de sociedad poco sostenible

Dejamos para el final las divagaciones sobre posibles escenarios futuros de energía (y por tanto de sociedad). Desde un decrecimiento más o menos controlado, hasta un apocalipsis energético (o colapso), hasta una utopía de vivir sin trabajo (y cómo organizarse socialmente para llegar a ello sin dejar a nadie atrás, con renta básica universal, reparto gradual de trabajo, etc.), hubo para todos los gustos. Seguro que en un próximo ciberfaladoiro ahondamos en el tema… Mientras, dejamos aquí una publicación de la que se habló:

Ciberfaladoiros no cofinamento I. Serieforum sobre Chernóbyl

Temos que estar confinadas, pero apetécenos vernos e falar. Por iso en ESF organizamos os xoves ás 19h para a xente da nosa base social os Ciber-faladoiros no Confinamento, empregando a ferramenta de software libre Jitsi. A semana pasada falamos sobre a serie Chernóbyl.

A verdade é que a serie deu para falar. Houbo xente que xa lera bastante do tema e nos compartiu algún enlace moi interesante. Quedámonos coa importancia de compartir os datos dende o principio, non promover o oscurantismo e o “aquí non pasa nada”, que tanto dano ten feito na historia da humanidade (non puidemos por menos que sinalar paralelismos co que ocorreu co COVID-19).

Tamén xurdiu o tema de que máis perigoso que a estructura de mando sexa piramidal é o medo, que impide que haxa espíritu crítico porque se manifestas unha opinión contraria  “córtanche” a cabeza, e as veces non é figurado. Nestes casos, a única opción que tes é obedecer aínda que non esteas dacordo co que se está facendo. E ao final o propio sistema é unha víctima de si mesmo…Comentábamos o caso da morte de Stalin e dunha película sobre o tema, moi recomendable.

Outro tema importante que se comentou é a perigosidade de que haxa puntos críticos que teñan tanto impacto, os “botóns bermellos”, que a veces por moito protocolo que haxa, estes non son infalibles e premer ese botón bermello pode ter graves consecuencias. Lembramos o caso de Stanislav Petrov que grazas ao seu sentido común (e non seguir os protocolos) evitou unha guerra durante precisamente a Guerra Fría. Isto relaciónase tamén co uso de tecnoloxías con gran complexidade e impactos potenciais moi negativos no caso de fallar algo, como é o uso da enerxía nuclerar. Nun modelo enerxético máis baseado na soberanía enerxética este tipo de enerxía non podería ter cabida máis que como transición dende os modelos de xeneración fósil centralizado en grandes infraestructuras de produción (que é o que temos, de momento).

En resumo, que para unha boa “resiliencia” ás crises ou problemas grandes, unha parte fundamental é asegurar o coñecemento aberto, compartible, eliminar o medo a preguntar, impulsar o espíritu crítico das persoas e, cando es un profesional nestes eidos técnicos, saber que sempre hai persoas na túa equipa que teñen boas ideas e poden ser consultadas. A resiliencia non é só ter equipas de emerxencia, infraestruturas e medios (que tamén) senón ademais ter coñecemento e capacidade de xenerar máis coñecemento ante imprevistos, se é necesario. A miniserie Chernobyl amosaba que isto no se cumplía. Se ben pode ser que se aproveitara para “sacudir” ao sistema soviético, o certo é que posiblemente o tiveran ben merecido, como normalmente pasa coas grandes catástrofes (Bhopal, do que tamén hai un recomendable documental, a actual pandemia, da que seguramente queda moito que investigar e divagar, e outras que nos quedan máis perto como o Prestige, que disque foi o terceiro desastre máis costoso da historia, pero polo menos serveu para engordar o PIB…).

Esperamos que vos gustaran as conclusións, deixádenos os vosos comentarios!!